Por Psicólogos en Badajoz
Disfunción eréctil (o mal llamada impotencia)
La disfunción eréctil (DE, o
mal llamada impotencia) es un problema de salud de alta
prevalencia entre los hombres y tiene una importante repercusión en la calidad
de vida del varón afectado, así como en la de su pareja.
Según el Nacional Institute
of Health Consensos Development Panel on Impotence (2003), la disfunción
eréctil se define como la “Incapacidad para conseguir o mantener una erección
con la suficiente rigidez como para llevar a cabo relaciones sexuales
satisfactorias. En España se calcula que entre un 1.5-2 millones de personas
sufren disfunción eréctil, 12.1% mediante autoevaluación y 19% mediante
cuestionario.
La
característica esencial de la disfunción eréctil es una incapacidad,
persistente o recurrente, para obtener o mantener una erección “apropiada”
hasta el final de la actividad sexual. La alteración provoca malestar
acusado o dificultades en las relaciones interpersonales. Además, no se explica
mejor por la presencia de otro trastorno y no se debe exclusivamente a los
efectos fisiológicos directos de una sustancia (fármacos incluidos) o a una
enfermedad médica.
Las dificultades
eréctiles del trastorno de la erección en el varón se asocian frecuentemente a ansiedad
sexual, miedo a no dar la talla y al fracaso, preocupaciones
sobre el funcionamiento y a una disminución de la percepción subjetiva de la
excitación sexual y del placer. El trastorno de la erección puede afectar las
relaciones de pareja o sexuales y provocar problemas en este ámbito.
En
ese sentido, las causas psicológicas de la disfunción eréctil, son en el 90% de
los casos psicológicos (no orgánicas). Entre ellas:
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