Trastorno
de Angustia o Ataques de Ansiedad con o sin Agorafobia por psicólogos en
Badajoz
Muchas personas acuden al
psicólogo-a derivado de servicios médicos (normalmente de urgencias) tras una
crisis de ansiedad.
En un primer momento, la
persona tiende a pensar que algo en su cuerpo no funciona correctamente, puede
pensar que su corazón tiene algún problema grave que le puede causar la muerte,
que su capacidad pulmonar es menor y por eso tiene sensaciones de ahogo, etc.
Una vez realizada las
pruebas médicas pertinentes, se suele llegar a la conclusión que no hay causa
orgánica que justifique esas crisis de angustia. Es cuando por lo general se
deriva al paciente a servicios de atención psicológica.
Los criterios diagnósticos para
las crisis de angustia (Pánico) serían las siguientes:
Aparición temporal y aislada
del miedo o malestar intensos, acompañada de cuatro (o más) de los siguientes
síntomas, que se inician bruscamente y alcanzan su máxima expresión en los
primeros 10 minutos:
Los síntomas físicos de los
ataques de pánico, son los siguientes:
1. Aceleración de los
latidos del corazón, palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la
frecuencia cardiaca.
2. Sudoración.
3. Temblores o sacudidas.
4. Sensación de ahogo o falta
de aliento, dificultad de respirar en definitiva. Dolor de pecho.
5. Sensación de
atragantarse.
6. Opresión o malestar
torácico.
7. Náuseas o molestias
abdominales.
8. Inestabilidad, mareo o
desmayo.
9. Desrealización (sensación
de irrealidad) o despersonalización (estar separado de uno mismo).
10. Miedo a perder el
control o volverse loco.
11. Miedo a morir.
12. Parestesias (sensación
de entumecimiento u hormigueo).
13. Escalofríos o
sofocaciones.
Hay que decir que la crisis
de angustia puede darse con o sin agorafobia. Ésta consiste en lo siguiente:
A. Aparición de ansiedad al encontrarse en
lugares o situaciones donde escapar puede resultar difícil, o donde en el caso
de aparecer una crisis de angustia inesperada o más o menos relacionada con una
situación, o bien síntomas similares a la angustia, puede no disponer de ayuda.
Los temores agorafóbicos suelen estar relacionados con un conjunto de
situaciones características, entre las que se incluye estar solo fuera de casa;
mezclarse con la gente o hacer cola; pasar por un puente, o viajar en autobús,
tren o automóvil.
B. Estas situaciones se
evitan (por ejemplo se limita el número de viajes), se resisten a exponerse a
esas situaciones por temor a que aparezca una crisis de angustia o síntomas
similares a la angustia, o se hace indispensable la presencia de un conocido
para soportarlas.
La prevalencia de la
agorafobia (con y sin pánico) es de 1.5%-3.5%. El inicio se sitúa al final de
la adolescencia, cuarta década de la vida.
Por tanto, hablamos de un miedo
basado en anticipar niveles altos de ansiedad o ataques de pánico. En general
miedo a cualquier situación donde no se sienta libre de moverse o no tenga
posibilidad de escapar (sea limitación física o social). No es lo contrario a
la claustrofobia. No es miedo a un sitio en particular, sino miedo a alejarse
de personas o sitios que le hagan sentirse seguro (por eso se sienten mejor
cuando van acompañados de alguien importante para ellos (Chambless, 1985).
Cuando además de ataques de
pánico, el paciente presenta agorafobia
Problemas Asociados.
a) Depresión como resultado
de los síntomas agorafóbicos, sobre todo de los ataques de pánico..
b) Pérdida de la autoestima
al no poder enfrentarse con las tareas cotidianas.
c) Evitación de reforzadores
importantes: sociales, intereses, etc.
d) Altos niveles de Ansiedad
Crónica.
e) Tendencia a la
hipocondría (especialmente en hombres).
f) Ansiedad o fobia social
(relacionada con mucho miedo o evaluaciones negativas de los otros). Evaluar
bien la primera vez que sintió ansiedad social. A veces la respuesta de pánico
queda muy asociada a la situación social.
g) Déficit de asertividad
particularmente en sus relaciones íntimas.
Modelos
Explicativos para el Trastorno de Angustia.
Existen muchas explicaciones
para el Trastorno de Angustia, uno de los más interesantes que conocemos es el
que Plantea F. Bas (1989) ya que establece cómo se origina el problema y cómo
se mantiene alo largo del tiempo. Sería este:
Abordaje
del Trastorno de Angustia.
Quizás la perspectiva que
más ha demostrado eficacia frente a este problema ha sido la
cognitiva-conductual.
Las estrategias a aplicar se
centran en dos ámbitos. Por un lado, manejo de los pensamientos irracionales asociadas
a las sensaciones corporales a través de estrategias de cambio de pensamiento.
Una vez el paciente puede
discutirse racionalmente los pensamientos causantes del descontrol emocional,
se comienza la puesta en marcha de estrategias de exposición a lo temido, de
forma gradual, según lo va marcando el paciente.
Hay que decir que a pesar de
la incapacidad que puede llegar a generar este problema, los abordajes en este
ámbito suelen mitigar los síntomas y control del problema por parte de la
persona que lo padece.
Por psicólogos en Badajoz
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